El proceso terapéutico
Un camino hacia ti, a tu ritmo, con acompañamiento
Hacer terapia no significa estar roto, ni tener que saber exactamente qué te ocurre. Hacer terapia es una forma de cuidarte. De dejar de sostener en soledad aquello que pesa.
La terapia es un proceso de autoconocimiento, de escucha profunda y de transformación. A través del acompañamiento profesional, puedes poner palabras a lo que te pasa, entender tus emociones, transformar patrones que te limitan y construir una forma de vivir más alineada contigo.
Muchas veces, llegamos a terapia con malestar, ansiedad, cansancio emocional o dificultades en las relaciones. Pero otras veces, lo que sentimos es… nada. Una desconexión interna, una especie de anestesia emocional o la sensación de que “no me pasa nada, pero no estoy bien”. Esto también puede ser síntoma de algo más profundo: una forma que nuestra mente ha encontrado para protegernos de lo que dolió demasiado o de lo que nunca se nos permitió sentir.
El trauma no siempre se presenta como un gran evento dramático. A veces se esconde en lo cotidiano: en una infancia sin espacio para ser uno mismo, en vínculos marcados por el miedo o el abandono emocional, en pequeñas heridas que fueron acumulándose sin ser nombradas.
Atender el trauma no es revivirlo, sino crear un espacio seguro donde poder mirarlo, comprenderlo y liberar el cuerpo y la psique de lo que quedó atrapado.
En mi consulta encontrarás un acompañamiento respetuoso, sin juicio y centrado en ti. Trabajo con herramientas que integran el abordaje del trauma (como EMDR, EFT, movimiento corporal o respiración consciente), junto con una base sólida en psicoterapia y vínculo terapéutico.
El proceso terapéutico puede ayudarte a:
- Sentir mayor claridad emocional
- Reconectar con tu cuerpo y tu sentir
- Mejorar tu autoestima y tu relación contigo
- Resolver bloqueos internos
- Comprender tu historia y sanar heridas
- Gestionar mejor la ansiedad, el estrés o el dolor emocional
- Reencontrarte con tu deseo, tu fuerza y tu dirección
A veces, el cambio no es inmediato, pero empieza en el momento en que decides mirarte con verdad. No hace falta saber por dónde empezar. Solo hace falta estar dispuesto a encontrarte.
¿Empezamos tu camino juntos?
Si sientes que ha llegado el momento de mirar hacia dentro, aquí tienes un espacio seguro para hacerlo. Podemos empezar donde estés, con lo que haya.